La Garcita Verde (Butorides virescens) es una de las especies en la familia de las garzas (familia Ardeidae). Esta garcita es natural de las Américas. Su ubicación se limita a América del Norte, América Central y las islas del Caribe. Habita en las cercanías de los depósitos y cursos de agua dulce, salobre y salada. Se le ve en los manglares, playas de arena, orilla de los ríos y otros cursos de agua. Se le documenta desde el nivel del mar hasta los 1850 metros de elevación.
Anida en los árboles y arbustos. Construyen un nido rudimentario con ramas. La nidada consiste de dos a siete huevos. La incubación toma de 20 a 25 días y es efectuada por los dos padres. Los pichones dejan el nido de los dieciséis a diecisiete días de nacidos.
A esta especie se le reconocen cuatro subespecies: Butorides virescens anthonyi, Butorides virescens frazari, Butorides virescens virescens y Butorides virescens bahamensis. La Garcita Verde de Cuba es la subespecie Butorides virescens virescens. En las Aves de Cuba Butorides virescens es conocido por varios nombres, entre ellos Aguaitacaimán es muy usado. En su hábitat se le ve en toda Cuba, incluyendo el río Almendares y otros lugares en la ciudad de La Habana. “Es ave sedentaria en nuestro país, y lo mismo en las demás Antillas, aunque se le encuentra en el resto del Continente, en lugares donde haya agua, dulce o salada, manteniéndose próxima a las lagunas, donde busca su alimento de yerbas y raíces de mangles, pequeños reptiles y pececillos, larvas de insectos, crustáceos y algunos moluscos. Tiene como pie y medio de longitud incluyendo su largo y agudo pico. Sus pasos al andar son firmes, pero ligeros, y si vuela da unos aletazos regulares, llevando el cuello algo encogido. No es ave arisca, pues gusta de acercarse a las casas de campo en los lugares donde acostumbra estar, cerca de ríos y lagunas. Sin embargo, es vigilante y prevé el peligro cuando le acecha, sobre todo si se aproxima alguna persona, llenándose de sobresalto al divisar en el agua algún caimán, levantando enseguida el vuelo y produciendo unos sonidos monosilábicos con que anuncia la presencia de sus enemigos. De esta circunstancia le ha venido el nombre vulgar de Aguaita-caimán, que también pudo ser Aguaita-cocodrilo tratándose de esos saurios cubanos que tanto abundaban en nuestras lagunas y ciénagas, y que hoy van ya desapareciendo a causa de la tenaz persecución que se les hace. Hay otra especie menos común que la anterior descrita, algo escasa, cuyo nombre técnico es Ocniscus brunnescens (Ardea) Gundl., para otros Butorides brunescens, la cual se tiene por propia de la isla de Cuba, descubierta por Gundlach en la jurisdicción de Cárdenas. Muy parecida a la especie anterior, carece de la faja delantera longitudinal de color blanco de aquélla y también de la de la mandíbula inferior, con otros caracteres que no la diferencian mucho, ni aún en su tamaño y hábitos de vida.”...